lunes, 9 de septiembre de 2013

LA FUERZA



Han pasado 3 meses desde Valencia LD, la que tenía que ser la carrera más importante del año, pero quedó en casi nada por una mala preparación. Terminé por orgullo, pero sin poder disfrutar de ese dulce sabor que te deja el trabajo bien hecho.
 
Tenía tres meses por delante para preparar otra gran cita, el Triatlón Olímpico de Valencia, con la intención de bajar de 2h30'. Hubiera podido ser, pero no. Otra vez el plan se desmontó, otra vez por razones de trabajo; largas horas de oficina, muy poco tiempo para correr, casi nada para nadar. La bici y yo estábamos dándonos un tiempo en nuestra relación.
 
En esta tesitura, y cuando tienes la inscripción pagada desde hace meses, lo mejor que se puede hacer es ir a la carrera sin presión, sin agobio, con el único objetivo de disfrutar del deporte, del equipo, de los compañeros y de la competición.

 

Recuerdo que en julio la vida era maravillosa, una breve semana de vacaciones con la familia en Benicássim que casualmente, cosas de la vida, coincidía con el Triatlón de Castellón. Apenas 6 días para engrasar la maquinaria y el domingo un triatlón olímpico memorable. El mar perfecto, el circuito de bici buenísimo -aunque faltaron 4 kms-, y finalmente corriendo pagué los excesos. Da igual. Al final 2.32', que con la distancia correcta habrían sido unos 2.40' aprox. Buena carrera la de Wild Wolf en Castellón, buena jornada con los compañeros y un broche perfecto para este breve paréntesis vacacional.
 
Y entonces empezó el infierno.
 
20 de julio. De vuelta al curro, otra vez volviendo a casa muy tarde, otra vez sin entrenar, empieza el Circuit de Carreres Vall d'Albaida. Cometo la estupidez de salir con la bici demasiados kilómetros, demasiado duros... y acabo sobrecargado. Además se me rompe el móvil por el sudor. Por la tarde corro la Volta a Peu de Montaverner y me lesiono. No puedo ni caminar.
 
2 de agosto. Castelló de Rugat, otra vez voy a una carrera sin entrenar, con toda el ansia acumulada salgo demasiado fuerte y vuelvo a sentir otra punzada de dolor en la pierna. No puedo correr. Lo paso fatal y me arrastro penosamente para completar los 7km. Veo peligrar el Triatlón de Valencia y, lo más importante, veo peligrar la Maratón en noviembre. Así no se hacen las cosas. Tengo que arreglar esto.
 
10 de agosto. Volta a Peu a Bèlgida. No voy. Quedan 4 semanas para Valencia y sigo lesionado. Decido empezar la recuperación desde cero, con mucha cabeza y disciplina. Vuelvo a los abdominales, al trote suave, a nadar un poco, a comer bien, a dormir 7 horas.
 
15 de agosto. Proyecto terminado, por fin. Vacaciones. Duermo largo y tendido. Me dedico tiempo para mí. Preparo la maleta. Me voy a la playa.
 
16 de agosto. Volta a Peu a la Pobla del Duc. Me coloco atrás con Rafa. Arrancamos despacio. Cada kilómetro subo el ritmo y gano posiciones. Me controlo en las subidas y aprieto en las bajadas. No hay dolor, no hay punzada. Parece que no hay lesión. Quedan 3 semanas para Valencia. Sin locuras, solo quiero volver a ponerme el casco, volver a sentir el mar, volver a correr. Corro por la arena, corro descalzo, corro por el asfalto, corro, nado y pedaleo disfrutando del verano.
 
Volta Peu Montaverner (7'55km)     35'18"

Volta Peu Castelló de Rugat (7360m) 34'42"

Volta Peu Pobla del Duc (7km)      31'34"
 
8 de septiembre. Acabadas las vacaciones, pero esta vez con un horario más asequible y normal, llega la semana de Toro Loco Valencia Triatlón. 22 trialcoyanos en Valencia, día grande para el equipo, muchos sueños que se vuelcan en una sola jornada. Mi 2.30' desapareció hace mucho tiempo, mi objetivo va a consistir en estar ahí, disfrutar de cada kilómetro con mis compañeros y volver a sentir La Fuerza en las piernas. Muchas dudas y mucho miedo. Hoy todo tiene que salir bien. Hoy es el primer día de mi tercera Maratón, y quedan solo 10 semanas.
 
Al principio todo sale rodado. Natación lenta, sin problemas, sin incidentes. Bici lenta, me cuesta seguir los grupos, pero encuentro un compañero desconocido y, rueda a rueda, nos vamos relevando, salvamos la papeleta y llegamos enteros al final. Me felicita, nos despedimos. Empieza la carrera a pie.
 

 
Respiro profundo. Lo que ocurra a partir de ahora va a marcar los próximos meses. Lo que ocurra en estos 10kms va a decidir si voy o no a la Maratón, si puedo acabar el Circuit, si puedo hacer más carreras próximamente. Si puedo soñar con un Ironman en 2014. Tomo el último trago de isotónico, me pongo la visera y empiezo a correr.
 
Las piernas van muy bien después de bajar de la bici, creo que la transición es lo único que hago bien en este deporte. Voy sin referencias, pero fresco y alegre. Empiezo a cruzarme con compañeros. Algunos van volando, otros están fundidos, pero la mayoría llevan un ritmo bastante parecido al mío. Calculo a ojo 4'30"-4'40". El circuíto es completamente llano, son las 10 de la mañana y todavía no hace calor. Caen los kilómetros y las piernas vuelan. No hay punzada, no hay dolor. Subo el ritmo y empieza el rock'n'roll.
 
 
Voy disfrutando como nunca. Me digo que estoy bien, que no hay lesión, que puedo correr hasta que se acabe el mundo y darle la vuelta otra vez. Siento La Fuerza de nuevo: siempre estuvo ahí, pero había que aprender a dominarla. El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento. Pero eso ya pasó. Ya no hay miedo, lo vencí. Pude correr más que él.
 
Empieza la última vuelta y lamento que se acabe tan pronto. Raquel animando, grabando en video como siempre, le dedico mi carrera con el pulgar en la boca, por el bebé que estamos esperando, nuestro verdadero objetivo 2014. Se pone como un tomate y a su lado Saray aplaude con emoción. Lo ha pillado. Poco después encaro la recta de meta con un 2.40' en el reloj que me sabe a gloria. 4 minutos menos que en Barcelona 2012, sin entrenar, saliendo de lesión y con la Maratón a tan solo 10 semanas. Ahora sí que ya no hay vuelta atrás. Que La Fuerza me acompañe.

Tri Olímpico València 2.40'35"

Tri Olímpico València 2.40'35"

Tri Olímpico València 2.40'35"

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